El incidente se produjo en el Parque Avellaneda, en los juegos infantiles del bar Mirasoles luego de que se desprendiera una rama de un eucalipto que estaba ubicado entre los juegos mecánicos del parque y el bar, ambos concesionarios del lugar. En este sentido Carlos Arnedo, secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, dijo que deben ser ellos -los concesionarios- quienes respondan por el caso.
Federico Lanati, concesionario del bar Mirasoles, dijo, sin embargo, que la responsabilidad cae sobre la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. “Ha sido un hecho que consternó a todos”.
En oposición a los dichos de los funcionarios municipales sobre quién debe responder por los daños, el empresario indicó que el árbol que produjo el desastre no estaba dentro de la jurisdicción de la concesión. “Como concesión tenemos la responsabilidad de mantener en buen estado el espacio, lo que significa conservar el césped y que la gente pueda disfrutar; lo tenemos por contrato hace 20 años, mas no el tema de los árboles que son públicos”, aclaró Lanati en una entrevista con LG Play. Y advirtió que “otro árbol amortiguó la rama, sino no hubiese sido peor”.
“No tenemos ni la competencia ni nos corresponde ver el estado de cada árbol. Creo que se deben controlar y ver cada uno. Incluso tenemos un proyecto, aprobado por Patrimonio, y en su momento nos hicieron poner uno a uno para ver cada situación, pero no podemos tocar ningún árbol porque eso lo tiene que ver el Estado”, insistió.
Estado reservado
La niña de ocho años que sufrió las lesiones más graves continúa internada en el Hospital del Niño Jesús, donde su familia espera novedades sobre su evolución.
“Llegué de un viaje y me dirigí al Hospital de Niños. Ahí me dejaron hablar unos minutos con los padres de las chicas internados. Por supuesto que estaban tristes y esperaban el parte médico de la chica”, contó Lanati.
Además, dijo que se “ponen a disposición si hay que hacer estudios de la zona” donde se produjo el impacto, y en caso de que deban “solicitar información o ayuda a la Fundación Miguel Lillo o a los Amigos del Árbol”.
Víctor Ríos, padre de la niña internada, dijo a LA GACETA que su hija “sigue igual, pero el seguir así ya implica una mejoría”, debido a que su estado no empeoró.
Por otro lado, contó con satisfacción que muchas personas se acercaron para verlo y preguntarle cómo estaba su pequeña. “La verdad que siento mucho amor de todos por mi hija, y eso me hace muy feliz dentro de toda esta fea situación”.